Tras la represión policial que se vivió en la provincia la semana pasada, el Presidente invitó a integrantes de organizaciones originarias para interiorizarse en el conflicto que surgió a partir de la reforma constitucional.
Los docentes de Jujuy fueron los primeros en empezar las movilizaciones en la provincia y luego estuvieron acompañados por otros sectores de la sociedad. Hace 22 días están de paro de manera ininterrumpida. Su reclamo es por un mejor salario y en protesta de la reforma constitucional que restringe el derecho a huelga.
El sábado 17 de junio pasado, en la intersección de las rutas nacionales 9 y 52 en la entrada a Purmamarca, efectivos de Infantería de la policía reprimieron en cuatro ocasiones a manifestantes que cortaban el tránsito y hubo heridos con balas de goma y casi 30 detenidos.
Los ataques se produjeron en medio de protestas de comunidades originarias y organizaciones sociales en el norte de Jujuy, en apoyo a diversas demandas y contra la reforma parcial de la Carta Magna provincial que fue aprobada por una Asamblea Constituyente.
El 20 de junio hubo otra violenta represión policial frente a la Legislatura provincial, mientras se aprobaba y juraba la nueva Constitución, con más de 170 heridos y 68 detenidos.
En medio de esta situación, esta mañana, mujeres residentes en la Quiaca tomaron la decisión de escenificar una crucifixión colectiva en cercanías al corte de ruta que mantienen manifestantes en el ingreso a esta localidad, ubicada en el extremo norte de la Argentina.
La Misión de Solidaridad Internacional y de Derechos Humanos, en tanto, recolectó testimonios de víctimas de la represión policial y advirtió sobre situaciones de «terror generalizado».