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domingo, mayo 19, 2024
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Aprendió de niño a modelar el barro en Santa Catalina

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La habilidad se percibe en las formas, a través de los pequeños detalles que sostienen un trabajo terminado. Y el resultado se refleja en piezas realizadas con cariño. Y más se trata de un material con la nobleza del barro que se hace tan maleable y puede convertirse en azucareras, vasijas o cazuelas.

El secreto de ver nacer estas obras se revela en la labor de Damián Párraga, un artesano de la alfarería que renueva los saberes que aprendió siendo un niño en su Casira natal, departamento de Santa Catalina.

Es aquí, en este lugar considerado como “Capital provincial de la alfarería”, donde abrevó del arte que se nutrieron sus padres y abuelos, y que transformó en una costumbre que atravesó generaciones.

Como artesano de la arcilla adoptó por característica distintiva, la dedicación íntegra a esta actividad a lo largo de su vida. Utilizando técnicas antiguas, Párraga logra elaborar productos que son admirados por residentes de San Salvador y visitantes que los adquieren para tener un diseño de origen jujeño.Aprendió de niño a modelar el barro en Santa Catalina

OLLAS PEQUEÑAS | DE LAS PRIMERAS QUE APRENDIÓ A REALIZAR EL ARTESANO.

“Recuerdo cuando hacía mis primeras ollitas con los dedos nomás”, indicó Párraga sobre esta tarea que modela desde hace más de cuarenta y cinco años gracias a ver cómo su padre Esteban Párraga y su madre Anastasia Cruz desplegaban este arte manual.

Desde que tenía diez años, miró con curiosidad la tarea dedicada que ellos hacían y lo que más le gustó fue comenzar a realizarla en ollas de tamaño pequeño.

“No salen así nomás, cuestan porque hay que respetar su tamaño y el grosor de los bordes. Después con la práctica y con los años de trabajo, se puede aprender mejor y se sacan lindas ollas”, explicó.

Cazuelas, vasos, vasijas con tapas de distintos tamaños, pavas, jarras y floreros, son algunos de los modelos que nacen desde sus manos mediante una técnica que debe ejecutarse paso a paso.

“Primero, hay un procedimiento para sacar el barro de la montaña, los preparo porque se tiene que hacer blandito, después hay que dejarlo secar y amasarlo buscándole el punto. Lo vuelvo a hacer secar y se tiene que hornear a leña, en horno de barro. Yo tengo un horno grande y me lleva cerca de un mes hacer diferentes piezas”, destacó.Aprendió de niño a modelar el barro en Santa Catalina

OLLAS PEQUEÑAS | DE LAS PRIMERAS QUE APRENDIÓ A REALIZAR EL ARTESANO.

Por sus años trabajando el barro, atesora momentos compartidos con sus padres e hijos. De tal manera, que lo que más le gusta de Casira es que le recuerda aquello vivido con nostalgia.

Sin embargo, también participó con sus piezas de ferias artesanales y encuentros en Santa Catalina, donde se reunió con otros pares a fin de compartir y aprender procedimientos distintos.

Desde hace 35 años que llegó a San Salvador de Jujuy para vivir y establecerse.

“A los 20 años y empecé a hacer lo mismo aquí. El barro es de Casira como siempre y el trabajo sigue siendo el mismo con respeto por mi tierra”, explicó Párraga que es padre de familia y aunque sus hijos no son artesanos, él les enseñó desde niños a querer la labor.Aprendió de niño a modelar el barro en Santa Catalina

PAVAS Y JARRAS | PIEZAS LISTAS PARA LA UTILIZACIÓN EN CASA.

“Mis hijos ya son grandes, ellos estudian. Pero cuando eran chicos sí les dije cómo se hacían. Antes ayudaban, ahora no”, dijo el artesano que lleva en sí esta costumbre heredada de sus abuelos.

Sin olvidar su querida Casira, resaltó que para él fue un honor aprender a trabajar con sus manos y con el barro. “Allá hacen todo sin máquinas, es todo con la habilidad de los dedos”, destacó recordando que cuando hace frío le hacen pedidos de cazuelas en tamaño mediano.

Sus cuarenta y cinco años de historia con el hábito de crear y modelar el barro, son importantes porque hacen de él una persona con el oficio de artesano que valora con afecto. “Lo que extraño es mi infancia y aquellos años en Casira. Cuando voy, retiro el barro de allá y al trabajar aquí es como si trajera eso que viví”, reflexionó Párraga, que instó a los jóvenes a seguir con esta tradición propia de la Puna.

Fuente: Eltribuno

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